miércoles, 7 de agosto de 2013

¿Tiene un jefe, o compañero tóxico? aquí algunas sugerencias

Cómo lidiar con un jefe, o compañero tóxico
Publicado por Meredith Fuller en The Wall Street Journal.

Ser blanco del matoneo en un ambiente profesional es algo de lo que no es fácil hablar. Dada la creciente conciencia sobre el peligro y las sanciones contra los abusivos en el trabajo, nos tendrían que disculpar por creer que es algo que aún sucede en las oficinas.

El matoneo usualmente es llevado a cabo por personas con baja autoestima y una necesidad de ejercer poder y control. Vamos a trabajar esperando comunicarnos con otros adultos profesionales y nos damos de cara contra la realidad. Es más sencillo sacar excusas: es tan solo un malentendido, un choque de personalidades o quizás usted es muy sensible. Pero el matoneo en la oficina puede ser tóxico, afectando la satisfacción en el lugar de trabajo, la creatividad, productividad y la salud y felicidad de incluso los trabajadores más competentes y confiados.

Pese a que hay un mayor conocimiento de el descenso en la efectividad organizacional y el potencial trauma que ocasiona el matoneo, además de los programas educativos, los abusivos en el trabajo continúan con sus comportamientos inaceptables. He aquí cinco formas de manejar a un compañero o jefe tóxico.

1. Validación

Encuentre a un compañero digno de confianza, a un mentor o a un profesional para que escuchen sus ideas. Es importante que lo hable con alguien a quien respete, con quien pueda desahogarse y obtener consejo. Esta persona puede verificar cuándo está siendo víctima de matoneo y cuándo quizás está siendo demasiado sensible.

Si parece estar leyendo demasiado entre líneas o cree que podría ser malinterpretado, ¿el humor podría ayudarle a aclarar la ambigüedad y recuperar su compostura? Esta es una buena oportunidad para que usted revise su propio comportamiento. ¿Está cumpliendo con sus deberes laborales de manera apropiada y tiene un desempeño aceptable?

Es posible que su jefe o colega esté exasperado con su bajo desempeño o estresado por su ambivalencia en el trabajo. ¿Se siente usted miserable y está llamando a su jefe un "abusivo"?

O es este un caso real de matoneo.

2. Verificación

Documente las ofensas por escrito por un cierto período de tiempo (por ejemplo, una semana, un mes o un trimestre), luego discuta el asunto con su supervisor y/o su departamento de recursos humanos. Presente ejemplos concretos del matoneo.

Conozca las políticas y los protocolos de su organización. Esté al tanto de los programas de entrenamiento, servicios de apoyo y recursos que le pueden ayudar. Entre más grande sea su inteligencia emocional, auto conocimiento y habilidades de comunicación interpersonal, mayor será su gama de opciones. Tipos diferentes de abusivos requieren estrategias diferentes. No es lo mismo enfrentar a un jefe que a un compañero, un cliente o un contratista.

3. Nómbrelo

Hable directamente con el abusivo y detalle su comportamiento inaceptable. Dependiendo de la situación y las personalidades involucradas, considere si vale la pena decir algo directamente o si sería demasiado riesgoso y contraproducente. Aunque suene increíble, algunos abusivos no son conscientes de que están diciendo o haciendo algo inapropiado (a menudo porque nadie les ha dicho) o no saben cómo comunicarse de otra manera.

Si decide cortar el problema de raíz, algunas personas consideran útil el ensayar la conversación o recibir asesoría antes de hacerlo. Prepare sus puntos para discutirlos con calma.

Haga declaraciones específicas sobre el comportamiento que ha notado, las consecuencias y lo que espera en comunicaciones futuras. Pregunte "¿Qué podemos hacer para resolver o mejorar las cosas?

4. Pase al siguiente nivel

Si el matoneo continúa, hable con el jefe de su jefe. Esté al tanto de los protocolos de comunicación de su organización; si el abusivo es su jefe, antes de hablar con su superior quizás tenga que informarles de sus intenciones.

Necesitará detalles específicos de los incidentes registrados para demostrar que tiene la razón. Recuerde que esto no tiene que ver con las características personales; es sobre el matoneo y el probable impacto que tiene sobre la organización.

En su discusión mantenga la calma y la compostura. Debe mencionar lo que ha hecho para resolverlo y mencione su preocupación por el impacto que pueda tener en la efectividad de la organización.

5. Protección personal

Usted debería estar a salvo de abuso físico, emocional y verbal en el trabajo. Antes, durante y después de tocar el problema asegúrese de nunca estar a solas con el abusivo, tenga colegas cerca de usted alrededor de los cuales él o ella se tenga que comportar.

Trate de hacer cosas en el trabajo para poner las cosas en perspectiva. Ya sea el tomarse un café con un compañero, darse una vuelta a la hora del almuerzo o servir de mentor a un colega más joven. Tener cosas que le entusiasmen ayudará a compensar el lastre de tener que lidiar con el abusivo.

¿Debe irse o quedarse? Si su salud, vida personal y capacidad para llevar a cabo su trabajo se ven afectadas, considere su futuro. ¿Es posible que el abusivo se vaya? ¿Puede obtener una transferencia un cambio de empleo o puede alejarse de la trayectoria del abusivo?

No ignore el dolor, la humillación y la pérdida de un empleo que un abusivo puede causar. Si todo lo demás falla, busque otro empleo. Su salud y felicidad son más importantes que mantenerse en un empleo.-
Meredith Fuller es una psicóloga y autora de "Working with B—-es" (publicado por Da Capo Lifelong Books, en 2013). / The Wall Street Journal.

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