jueves, 26 de noviembre de 2009

El asunto Río Salado

Esta opinión la realizo respondiendo a la consulta del amigo Hugo, en un comentario del post anterior.

El asunto que nos "enfrenta", de alguna manera con nuestros vecinos del norte de la provincia de Santa Fe, no es nuevo, se viene repitiendo, con distinto niveles de gravedad, según el Río Saldado sufre una merma importante en sus aportes, producto de periodos de sequías, desde hace ya muchos años. En todos los diarios de la región que atraviesa el Río Salado hay sobrados antecedentes.

La clave está en la política de manejo que se adopta primero en Salta, luego en Santiago del Estero y finalmente en Santa Fe.

En buena medida coincido que en épocas de sequía o de crecida, el caudal del río depende primero de la política de uso del Dique Cabra Corral y de aprovechamientos privados en la Provincia de Salta, y luego de los aprovechamientos en la Provincia de Santiago del Estero y en la Provincia de Santa Fe.

Cabe señalar que este caudal en épocas de bajante no alcanza, en Santiago del Estero se trasvasa agua desde el Río Dulce a través del canal Jume Esquina, no sólo para cubrir necesidades propias, sino también para tratar de cumplir con el caudal comprometido con la Provincia de Santa Fe.

Por la situación que se plantea actualmente en la cuenca baja del Río Salado, se estaban derivando unos 10 metros cúbicos por segundo del Dulce hacia el Salado, lo que estaba generando una merma en los aportes de agua en la zona de
Fernández y áreas de influencia.

Los aprovechamientos multiuso que hay del agua del Salado entre la salida del Jume Esquina y el límite con Santa Fe son varios, entre los principales están el del Melero Nuevo; Virgen del Valle que abastece a las ciudades de Añatuya, Banbera y localidades intermedias; Canal Sauce; el sistema del Derivador de Colonia Dora (varios canales entre ellos el Canal Polaco), y más a sur los que aportan agua para las ciudades de Pinto y Malbran.

En general todos son usados para consumo humano, animal y riego. Según la disponibilidad se va limitando el uso, se anula el riego y luego para el consumo animal, privilegiando el consumo humano. En casos extremos como nos toca vivir en estos tiempos, tampoco le llega a toda la gente, y esto es comprobable. Se producen situaciones realmente tristes. Esa pobre gente depende del reparto del agua vía camiones donde se da otro drama (ver
nota 1 y nota 2).

Un dato importante a tener en cuenta también, es que prácticamente todo el territorio de la cuenca del Salado en la provincia de Santiago del Estero hasta cerca de Colonia Dora tiene un clima Semi Árido (hasta 500 mm/año), desde allí hacia límite de con Santa Fe tiene un clima Sub Húmedo, recién a partir de ese límite climático las isohietas ascienden progresivamente a valores próximos a los 600 - 750 milímetros por año, lo que significa una limitación importante en la disponibilidad de de agua de lluvia, que debe se complementar con otras fuentes para alcanzar a satisfacer las necesidades.

Con este panorama, la provincia está obligada desde siempre, a hacer un esfuerzo para tratar de garantizar el agua en su territorio y además cumplir con el compromiso con Santa Fe.

También se tiene que tener en cuenta que la relación institucional entre las provincias no es estable en el tiempo, y estos desacuerdos o fallas en la comunicación, por decirlo de alguna manera, han surgido recurrentemente y sobre todo en épocas de crisis hídrica. Finalmente cuando la gente está con el agua por el cogote con todo inundado o como ahora cuando ya casi que no quedan animales ni sembrados y todos andan con la lengua seca como lonja de charqui viejo, los político acuerdan. Esto es histórico, alguna ves han sido más diligentes y otras veces, mejor no les cuento.

Pongamonos en los pantalones de un productor al que no le llega el agua ni para darle a su familia, que digo ni a los animales ni a las plantas. A este pobre cristiano le llegan todos los señalamientos y escusas de los operadores políticos y/o "gestores" de soluciones, a los que recurre por ayuda.

Mejor no digo nada de lo que salen a decir los opinadores de algunos medios....Y la culpa es siempre del que está aguas arriba. Por eso entiendo perfectamente cuando algún compatriota de Tostado dice que está esperando más que la solución le llegue del cielo, que de los santiagueños.

Para los santiagueños, los malos son los salteños, y para los santafecinos los malos son los santiagueños. Y mirando al reves, los salteños se quejan de los santiagueños porque le reclaman de más y los santiagueños se quejan de los santafecinos porque no han hecho lo que debían, y así continúa el cuento de nunca acabar....Saquen Uds. sus propias conclusiones. Pero de seguro les digo, que como siempre la solución vino del cielo, gracias al buen Tata Dios.

2 comentarios:

  1. muy claro jorge, ahora pregunto ¿no se puede establecer un régimen de aguas común con derechos y obligaciones? son provincias hermanas, no estados antagónicos.-

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  2. Hugo, creo que desde la década del sesenta hay acuerdos, en este tiempo se han establecido Comite de Cuencas con representaciones de las tres provincias, se han establecido régimen de caudales obligatorios, han establecido derechos y obligaciones entre las partes, y así estamos y así nos va.
    Seguramente es ya un caso de estudio.

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